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Los clubes denuncian que la política portuaria hace peligrar el deporte náutico

La ACNB recuerda que estas entidades son la base de la vela y el piragüismo y advierte de que el Govern será responsable directo de las consecuencias sociales derivadas de las pérdidas de las concesiones de la Autoridad Portuaria

Los clubes náuticos advierten de que la “indefensión legal” que viven actualmente estas entidades sin ánimo de lucro pone en peligro la práctica de la vela y el piragüismo en Baleares y consideran que, si no se cambia el rumbo, se producirá a corto plazo una pérdida de numerosas licencias deportivas y la desaparición de regatas que hoy están plenamente consolidadas.

La Junta Directiva de la Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) se ha reunido este mediodía en el Club de Vela del Port d’Andratx. Los representantes de los 24 clubes deportivos que componen la ACNB han emitido una nota de prensa en la que califican de “dramático” el escenario que afrontan los náuticos y marítimos ubicados en la zona de competencia de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB).

La ACNB ha acusado al ente portuario de “poner toda clase de impedimentos a la renovación de las concesiones de estas entidades, frente a las facilidades que encuentran otros operadores portuarios como varaderos y sociedades mercantiles”.

La Junta de la ACNB ha tenido lugar en el Club de Vela de Andratx, una entidad que ha perdido de facto su concesión en favor de “una empresa que ya gestiona cerca de 2.000 amares en las tres principales islas del archipiélago y que, no contenta con ello, pretende quedarse con el monopolio del mantenimiento de grandes yates en el Moll Vell de Palma”, según reza el comunicado.

Los clubes náuticos lamentan que “esta situación de dominio de mercado era conocida por los miembros del Consejo de Administración de Ports IB (ente público autonómico) que el pasado 23 de febrero decidieron entregar las instalaciones del Club de Vela al Grupo IPM, del empresario Juan Antonio Riutort, en aplicación de una sentencia derivada de una negligencia administrativa de hace 21 años que es imposible de ejecutar”. 

Por otro lado, la ACNB ha recordado que, “por mucho que los políticos locales quieran tirar balones fuera, la Autoridad Portuaria de Baleares es un órgano cogestionado por el Estado Central y por la Comunidad Autónoma, que nombra al presidente y a varios consejeros”. A juicio de los clubes, “esto convierte también al Govern balear en responsable directo del destino que puedan correr el Club Marítimo de Mahón, el Club Náutico de Ibiza, el Club Nàutic Portitxol y el Real Club Náutico de Palma, y de la descomunal pérdida de licencias deportivas que puede acarrear que estas asociaciones deportivas se queden sin sus concesiones, como parece ser la pretensión de la APB”.

Los clubes náuticos han reiterado, asimismo, su llamamiento a la clase política para que asuma que sus buenas palabras hacia los clubes náuticos no han servido para nada y articule los procedimientos legales que garanticen su supervivencia.

“Es hora de pasar de las declaraciones de intenciones a los hechos, pues a estas alturas ya ha quedado claro que toda una serie de clubes náuticos se encuentran desprotegidos y al borde del abismo”, ha declarado Antoni Estades, presidente de la ACNB, para quien ya no es posible que los representantes públicos “miren hacia otro lado, como si nada estuviera pasando”.

Los clubes náuticos han recordado que el deporte de la vela y en muchos casos también el piragüismo dependen por completo de la existencia de estas entidades sin ánimo de lucro, que facilitan el acceso al mar a través de sus escuelas de vela y equipos de regatas.

Un estudio de la Universidad de las Islas Baleares cifra en 7.800 los alumnos que cada año reciben formación en los náuticos y marítimos de las Islas. El número de licencias deportivas asciende a más de 1.300 y se calcula que cada temporada se celebran 300 regatas auspiciadas por las federaciones territoriales. Los galardones obtenidos por los deportistas con licencia de club superaron los 350 en 2022.

“Pensar que esta labor deportiva la realizarán entidades mercantiles, cuyo objeto no es otro que la obtención de los máximos dividendos por la gestión de amarres, es no entender nada; o, lo que es peor: demuestra una absoluta falta de sensibilidad hacia lo que los clubes representan para la náutica y la cultura marítima”.

La Junta Directiva de la ACNB ha considerado positivo que el Govern balear haya decidido solicitar la transferencia de los puertos del Molinar y Es Portitxol, pero lamenta que “la tardanza en esta solicitud haya supuesto ya la desaparición de uno de sus miembros (El Club Marítimo Molinar de Levante, fundado en 1917) y no tenga en cuenta la problemática de aquellos que se encuentran dentro de la dársena del puerto de Palma y están sometidos a la gestión de la APB, manifiestamente perjudicial para los clubes y sus deportistas”.

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